sábado

EL LIBRO DE LOS ABRAZOS

La noche /1

No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre
los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo
una mujer atravesada en la garganta.

El libro de los abrazos - Eduardo Galeano

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los adioses

Llevábamos nueve años en la costa catalana y ya nos íbamos, faltaban dos o tres días para el fin del exilio, cuando la playa amaneció toda cubierta de nieve. El sol encendía la nieve y alzaba, a la orilla de la mar, un gran fuego blanco que hacía llorar los ojos.
Era muy raro que nevara en la playa. Yo nunca lo había visto, y sólo algún viejo vecino del pueblo recordaba algo parecido, de tiempos remotos.
Se veía muy contenta la mar, lamiendo aquel inmenso helado, y esa alegría de la mar y esa blancura radiante fueron mis últimas imágenes de Calella de la Costa.
Yo quise responder a despedida tan bella, pero no se me ocurrió nada. Nada que hacer, nada que decir.
Nunca he sido bueno para los adioses.

"EL LIBRO DE LOS ABRAZOS", E. GALEANO

Hace un tiempito este fue uno de los primeros fragmentos que leí a alguien de este precioso libro.