domingo

PARA LA LIBERTAD

PARA LA LIBERTAD
Poema de Miguel Hernández cantado por Joan Manuel Serrat

viernes

POETAS: Henry Charles Bukowski

Almas de Animales Muertos

Después del rastro
Doblando la esquina, estaba
una cantina
donde me sentaba y veía caer el sol
a través de la ventana,
una ventana que daba a un lote
lleno de hierbas altas y secas.
nunca me dí un regaderazo con los muchachos
en la fábrica
después de trabajar
así que olía a sudor y
sangre
el olor a sudor disminuía después
de un rato
pero el olor-sangre empezaba a fulminar
y ganar fuerza.
fumé cigarrillos y tomé cerveza
hasta que me sentí lo suficientemente bien
como para subirme al camión
con las almas de todos esos animales muertos
que viajaban conmigo
las cabezas volteaban discretamente
las mujeres se levantaron y se alejaron
de mí.
cuando me baje del camión
sólo tenía que bajar una cuadra
y subir una escalera para llegar,
a mi cuarto donde prendería el radio
y encendería un cigarro
y que nadie se molestara conmigo.

Henry Charles Bukowski

1920 - Andernach, Alemania
1994 - Los Ángeles, Estados Unidos

miércoles

Las huellas digitales


Yo nací y crecí bajo las estrellas de la Cruz del Sur.
Vaya donde vaya, ellas me persiguen. Bajo la cruz del
sur, cruz de fulgores, yo voy viviendo las estaciones de
mi suerte.
No tengo ningún dios. Si lo tuviera, le pediría que no
me deje llegar a la muerte: no todavía. Mucho me falta
andar. Hay lunas a las que todavía no ladré y soles en
los que todavía no me incendié. Todavía no me sumergí
en todos los mares de este mundo, que dicen que son
siete, ni en todos los ríos del Paraíso, que dicen que son
cuatro.
En Montevideo, hay un niño que explica:
- Yo no quiero morirme nunca, porque quiero jugar siempre.

Eduardo Galeano - El libro de los abrazos

domingo

SIN PALABRAS

A Nieves

¿Dónde están?

¿Dónde van las palabras no dichas?
Sí, las palabras que perdieron la batalla por salir de tu boca,
aquellas que no llegaron a ser fonemas,
las que sucumbieron en la puerta del paladar.
Aquellas que murieron delgadas antes de ser sonido y viento.

¿Dónde van las palabras calladas?
Las que nunca se dicen, las palabras mudas,
las palabras que no habitaron nunca oído alguno,
las no convenientes, las del miedo,
las del miedo a ser pronunciadas,
las palabras tímidas,
las encogidas, las cobardes,
las que muestran cortedad,
las palabras modestas,
las palabras que sufren vergüenza
las que nunca habitarán la fugacidad del aire
las que el emisor duda
si contarán con la amabilidad del tímpano.

¿Dónde están esas palabras que eran mías
y que nunca pude oír?

Toño Jerez

jueves

POETAS: JAIME SABINES

LA LUNA

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

Jaime Sabines ( Chiapas, 1926 - Ciudad de Mexico, 1999 )

lunes

PERSONAJES: Rufo vive en una glorieta de la M-40

S. GOZALO. 16.03.2009 - 20 minutos
Rufo Medina recuerda con nostalgia que le bautizaron en la "castiza" calle de Mesón de Paredes hace ahora casi siete décadas. Reacio a explicar cómo llegó a vivir en una glorieta de la M-40 hace ahora once años (en la incorporación a la carretera de Toledo), allí reside sin más compañía que la del tráfico.

"Si hubiera sabido que iban a venir habría limpiado un poco", saluda socarrón a los periodistas. Pero no hace falta. Su chabola (un armazón metálico con plásticos y maderas) casi reluce. Son 12 metros cuadrados donde cada cosa ocupa su lugar. Rufo es extremadamente ordenado (un reloj, una mesa, su cama, un sillón para las siestas, una tele vieja... y, como nevera, un bidón que hace las veces de frigo y en el que guarda las bebidas que le regalan en una gasolinera cercana).

Pero la niña de sus ojos es la huerta urbana gracias a la que subsiste. "Me faltan los melones, que voy a plantar ahora", explica señalando el resto de cultivos que atiende con mimo: coliflores, acelgas, habas, ajos, cebollas...

Parco en palabras a la hora de hablar de su pasado, se intuye que el bueno de Rufo lleva a sus espaldas una historia de desamor mezclada con muy mala suerte. "Tengo dos hijos y ella era una buena mujer, pero...". Sólo sabe que los suyos residen en Torrejón de Ardoz. "Me gustaría verles", se lamenta. Y es que, desarraigado y solo, vive gracias a la buena voluntad de los vecinos.

Sobras para los pájaros

"Me dejan cosas en los rincones que saben que miro (portales, bancos, parques, esquinas...) y en el colegio Puerto Rico me dan las sobras para los pájaros", explica. "De ropa voy bien servido", asegura. La higiene personal la resuelve acarreando cubos de agua desde una arqueta del Canal.

A pesar de su escaso contacto con la realidad (carece de luz eléctrica para su tele), sabe que las cosas no van del todo bien: "Ellos están en crisis", bromea.

Vive como un ermitaño y su soledad sólo se ve perturbada por las visitas inoportunas de algunos gamberros que se acercan para incordiar y molestarle . "Los conozco y no me hacen nada", dice, aunque reconoce que tiene algo de miedo.

A él, que fue transportista y pintor ocasional, ahora sólo le queda ver pasar la vida al pie de una autovía esperando hacer realidad su único deseo: tener una novia.

domingo

Miguel Hernandez- Nanas de la cebolla / J.M. Serrat

LA ABUELA

La abuela Bertha Jensen murió maldiciendo.
Ella había vivido toda su vida en puntas de pie, como
pidiendo perdón por molestar, consagrada al servicio de
su marido y de su prole de cinco hijos, esposa ejemplar,
madre abnegada, silencioso ejemplo de virtud: jamás una
queja había salido de sus labios, ni mucho menos una
palabrota.
Cuando la enfermedad la derribó, llamó al marido, lo
sentó ante la cama y empezó. Nadie sospechaba que ella
conocía aquel vocabulario de marinero borracho. La agon
ía fue larga. Durante más de un mes, la abuela vomitó
desde la cama un incesante chorro de insultos y blasfemias
de los bajos fondos. Hasta la voz le había cambiado.
Ella, que nunca había fumado ni bebido nada que
no fuera agua o leche, puteaba con voz ronquita. Y así,
puteando, murió: y hubo un alivio general en la familia
y en el vecindario.
Murió donde había nacido, en el pueblo de Dragor,
frente al mar, en Dinamarca. Se llamaba Inge. Tenía una
linda cara de gitana. Le gustaba vestir de rojo y navegar
al sol.

Eduardo Galeano - El libro de los abrazos

miércoles

ÚLTIMAS TARDES DE INVIERNO


Para IARA DANTAS

Podría preguntarte a que hora la humedad colapsa el amazonas, o quizás, si la temperatura de tu cuerpo ha encontrado la igualdad del mercurio en otra piel.
Podría incluso tener la curiosidad de descontar los latidos que cuenta tu pecho cuando llueve en Brasil.
Sin embargo, esta tarde de marzo, en la que gracias a ti el invierno comienza a despedirse, sólo tengo una pregunta: ¿Quién te puso las alas?

POETAS: Alejandra Pizarnik

EXILIO

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.


Poeta argentina nacida en Buenos Aires en 1936.
Falleció en 1972 como consecuencia de una profunda depresión.

lunes

¿DÓNDE?

Podría decir que estaba igual, que las semanas de ausencia no habían cambiado la humedad de la tinta de la pluma con la que ahora le escribo. Podría decirse que la temperatura del papel que soporta estas letras ha tolerado el invierno sin perturbar el termómetro de la carne del poeta. Podría incluso afirmar que aún me sonrojo cuando le escribo. Sin embargo, este mediodía después de la cerveza, una pregunta quedó amordazada. ¿Dónde están tus alas?

Toño Jerez

sábado

MÚSICA

Canon en Re mayor - Johann Christoph Pachelbel


Johann Christoph Pachelbel, nació en Núremberg y fue bautizado el 1 de septiembre de 1653. Murió en su ciudad natal, Nuremberg, el día 3 de marzo de 1706, aunque no fue enterrado hasta el día 9 de marzo, seis días después. Destacado organista, clavicembalista y compositor, Johann Pachelbel se cuenta entre los más importantes músicos de la generación anterior a Johann Sebastian Bach, de cuyo padre fue amigo. Entre sus numerosas composiciones hay que mencionar su célebre Canon en Re mayor, escrito para tres violines y bajo continuo, obra que ha sido objeto de numerosas grabaciones.

martes

EL HAMBRE/2

Un sistema de desvínculo: El buey solo bien se lame.
El prójimo no es tu hermano, ni tu amante. El prójimo
es un competidor, un enemigo, un obstáculo a saltar o
una cosa para usar. El sistema, que no da de comer,
tampoco da de amar: a muchos los condena al hambre
de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos.

El libro de los abrazos - Eduardo Galeano